Ya está aquí la luz


Bueno, parece que por fin se termina el invierno. Comienzan a quedar atrás tantos y tantos días de mirar por la ventana en busca de un poco de luz con la que poder trabajar y no encontrar más que lluvia y lluvia.
Tengo que reconocer que más de una vez me he alegrado de que hiciera mal tiempo, no hay nada peor que tener trabajo pendiente en el ordenador y ver que en la calle hay una luz espectacular que tú te estás perdiendo.
Y es que en realidad hacer fotos no es más que una parte del trabajo de un fotógrafo, luego llega la otra parte, que a todas luces es menos interesante pero igual de necesaria y es además la gran desconocida por el público en general. Hay que descargar y organizar las imágenes, catalogarlas para que las búsquedas posteriores resulten más rápidas, seleccionar las que necesitas para cada uno de los proyectos en los que estas implicado, atender las peticiones de imágenes que te llegan, responder el correo electrónico o maquetar los últimos diseños. Esto por destacar sólo algunas de las tareas más habituales y cotidianas.
Todos estos aspectos tan tediosos, que poco tienen que ver con la verdadera motivación de un fotógrafo de naturaleza que aspira a estar ahí fuera todo el día haciendo fotos, se ven recompensados precisamente cuando llega la luz y puedes dedicarte de lleno a tu verdadera pasión.
Estas imágenes tomadas esta última semana de marzo nos devuelven los colores, esos azules y verdes que tanto persigo, hasta ahora ocultos por el gris y que estos primeros rayos de sol han despertado.
¡Qué nadie se quede en casa!