Photoshop CS 6

He tenido la oportunidad de probar la nueva versión del programa de edición de imágenes más conocido y utilizado en todo el mundo, Photoshop CS 6.
Esta nueva versión ofrece un montón de cambios que sin duda harán las delicias de todos sus usuarios.
De entre todas sus novedades quiero destacar una que ha llamado poderosamente mi atención, se trata de un nuevo tipo de herramienta que los diseñadores del programa han denominado Filtro de Realidad Hiperventilada.
Para demostraros de lo que es capaz voy a ilustrar su uso con una imagen mostrándoos el antes y el después de usar dicho filtro.


Bien, partimos de esta primera imagen, una toma bastante normalita en la que encuentro unos árboles que, a priori, presentan un gran interés compositivo pero pese a la presencia de la nieve no consigo que la imagen funcione como es debido. Sufre de un agudo y severo problema de lo que podríamos denominar "falta de una luz interesante", también conocido como "vuelva usted a intentarlo otro día".
Pues bien, gracias a Photoshop CS 6 podemos conseguir que esta imagen insulsa se convierta en esta siguiente, sin duda una escena con mucha más fuerza e impacto visual.


Como funciona este filtro, pues muy sencillo. Uno solo tiene que concentrarse mentalmente en las modificaciones que desea para su fotografía y a continuación, apretando repetidamente una combinación de teclas configurable por el usuario, desear fervientemente que los cambios que uno imagina en su cabeza se apliquen en la imagen.
En este ejemplo yo pedí con todas mis fuerzas que los árboles tuvieran un poquito de nieve encima, que el cielo presentara unas nubes interesantes, que la nieve fuera realmente blanca y sobre todo que apareciera de la nada una cálida luz lateral que envolviera toda la imagen de una atmosfera que por supuesto no tenia la original.
Lo del nombre que le han puesto al filtro tiene, aunque no lo parezca, fácil explicación. Le llaman hiperventilada porque cuando veas como te deja todas esas imágenes  que tantas veces te has planteado enviar a la papelera de reciclaje, te vas a poner a jadear de tal forma que te vas a quedar sin aliento.
¡Que nos deparará el futuro!

En la oficina

Enredadas

En busca de panorámicas para Olga




Desde que Olga Mansilla me pidió una serie de fotografías panorámicas de Cantabria, allá donde miro veo una. Esta en concreto esta hecha en la playa del Arnadal en Quejo y pese a que no va a aparecer publicada he querido compartirla con vosotros. Me gusta el contraste entre la ola que llega a romper a la playa y la espuma que retrocede de la anterior.
Para realizar este tipo de imágenes, en las que hay movimiento, parto de una sola toma hecha con gran angular que luego recorto hasta adecuarme a las proporciones requeridas.
El formato panorámico tiene un gran atractivo para los ojos del espectador puesto que aporta sensación de amplitud al mostrar en la escena un campo visual superior al que es capaz de captar el ojo humano.

Lineas y lapas

Compartiendo Luna con José Manuel López Jato

Pescando al amanecer...

...y al atardecer

Marismas de Joyel en Arnuero

Luz lateral

De vuelta al trabajo. Fotografía nocturna en La Arnía



Una noche despejada y con abundante luna es buen momento para sentir que tienes ganas de volver a hacer eso que tanto te gusta y de lo que llevas un tiempo apartado. El escenario, un viejo amigo de tantas y tantas fotos en el que nunca te sientes aburrido porque siempre se muestra distinto. La compañía, en esta ocasión, de Miguel Ángel Peláez con quien compartir encuadres, tiempos de exposición y reflexiones sobre lo que nuestros sentidos están percibiendo en este momento que parece reservado para nosotros solos.
Así pasamos la noche, entre resbalones, algún chapuzón que otro y una batalla de punteros láser con los que enfocar digna de la Guerra de las Galaxias. Y es que hay que amenizar la dulce espera hasta ver aparecer el resultado final de nuestras imágenes en la pantalla de la cámara tras el pertinente tiempo que le lleva a esta aplicar la reducción de ruido para largas exposiciones.
La verdad es que, pensándolo bien, con momentos así no cuesta tanto volver al trabajo.